Aníbal Antonio Micolta Bolaños
Aníbal Antonio Micolta Bolaños
«Un testimonio de vida y servicio»
«Con esfuerzo, servicio y alegría, Aníbal ha convertido cada día en la oportunidad de ayudar y mantenerse activo, demostrando que la vida siempre tiene valor cuando se comparte.»
Infancia y Juventud
Mi nombre es Aníbal Antonio Micolta Bolaños, tengo 71 años y nací en Guachucal el 7 de junio de 1953. Viví allí durante 17 años junto a mis padres y mis 8 hermanos, con quienes siempre tuve una buena relación y unión familiar.
Cuando era niño me gustaba jugar fútbol en la escuela y hacer muchos amigos. Estudié hasta quinto de primaria, pero tuve que retirarme por una enfermedad que me llevó a un hospital en Puerto Asís. Esa situación me entristeció, porque disfrutaba mucho de aprender.
De Guachucal guardo recuerdos especiales, como mi primera novia, Rosita, quien fue mi primera y última pareja, aunque después se casó con un campesino del pueblo
Vida Laboral y Familia
Desde muy joven mis padres me enseñaron a trabajar para ayudar en el hogar. Al mudarnos a Pasto, empecé a trabajar en una carpintería en el barrio San Vicente, luego en Jardines de las Mercedes, ayudando a arreglar jardines de las calles. También trabajé en el Hospital Departamental y en una panadería, aprendiendo oficios diversos.
Desde muy joven mis padres me enseñaron a trabajar para ayudar en el hogar. Al mudarnos a Pasto, empecé a trabajar en una carpintería en el barrio San Vicente, luego en Jardines de las Mercedes, ayudando a arreglar jardines de las calles. También trabajé en el Hospital Departamental y en una panadería, aprendiendo oficios diversos.
En mis momentos libres me gustaba viajar a lugares como Chachagüí, Buesaco, Sandoná y El Pedregal, disfrutando de la comida típica como el sancocho con jugo de lulo. También me gustaba ir a fiestas a bailar y tomar aguardiente Galeras, escuchar canciones de Antonio Aguilar y vallenatos con acordeón. Siempre me gustó vestirme con prendas rojas, mi color favorito.
Mi Experiencia en la Fundación
Con el paso de los años desarrollé esquizofrenia, por lo cual fui internado en el Hospital San Rafael. Allí conocí a Reinaldo, quien me acompañó en el proceso de adaptación. Tras un cambio en las políticas del hospital, la alcaldía de Pasto se hizo responsable de los pacientes y nos remitieron a la Fundación Amparo San José, traídos por la Doctora Jimena, quien nos explicó la situación y el nuevo lugar de residencia.
Hoy en día llevo 12 años en la fundación y me siento bien. Recibo buenos tratos, comida de calidad y ropa siempre limpia. Mantengo buena relación con los profesionales y con los demás residentes.
Un día normal para mí consiste en:
✔ Levantarme temprano y organizar mi cuarto
✔ Bañarme y alistar la mesa para el desayuno
✔ Ayudar a los compañeros que no pueden caminar o ver, acompañándolos al comedor
✔ Barrer y organizar las áreas comunes
✔ Participar en actividades deportivas o recreativas en la cancha
✔ Ver televisión o escuchar música
✔ Asistir a citas médicas o terapias cuando se requiere
Mis Gustos y Deseos
Me entristece no recibir visitas de mi familia, salvo una única ocasión en que un hermano vino a conocer el lugar. A pesar de ello, disfruto de mi vida en la fundación, manteniéndome activo y colaborador.
Me gustaría:
⚽ Pasear y mantenerme ocupado
🎶 Escuchar música mexicana y vallenato
💃 Bailar en las actividades
📺 Mirar televisión en mis ratos libres
Descubre las memorias que guardan nuestros mayores y regálales tu tiempo, porque cada historia merece ser escuchada.


